Durante el crecimiento, todas las partes del cuerpo, excepto los ojos, se desarrollan y cambian de tamaño hasta que su desarrollo se detiene a cierta edad. El tamaño del pecho, sin embargo, es una historia completamente diferente. Los senos pueden cambiar de tamaño y forma a lo largo de la vida.
Como los pechos son importantes para las mujeres a muchos niveles, a algunas les gusta el tamaño de sus pechos, a otras no. Un pecho plano, por ejemplo, puede crear un gran malestar psicológico y llevar a la cirugía estética para aumentar el pecho.
¿Qué determina el tamaño de los senos?
Factores que determinan el tamaño del pecho
¿De qué depende el tamaño del pecho?
Aunque es fácil pensar que tu talla de copa está predestinada, en realidad hay muchos factores que influyen en ella. He aquí los principales factores que determinan el tamaño global de tus pechos:
El factor genético
La genética es un factor importante a la hora de determinar el tamaño del pecho. Si sus antepasados femeninos tienen pechos grandes, es mucho más probable que usted desarrolle pechos grandes.
Obviamente, los genes que afectan al tamaño de los senos también pueden transmitirse a través de sus antepasados varones.
El peso
Las mamas están formadas por tejido de sostén o conjuntivo, glándulas y conductos lácteos, y tejido adiposo. Las proporciones de cada tipo de tejido son únicas para cada mujer. Algunos tienen más tejido de sostén que grasa y viceversa. Por lo tanto, si sus mamas contienen una mayor concentración de tejido adiposo, es posible que observe una diferencia en el tamaño de las mamas cuando gane o pierda peso.
En resumen, el tamaño de los senos está estrechamente relacionado con la masa corporal. Por lo tanto, si eres delgada, es mucho más probable que tengas pechos pequeños.
Edad
Los pechos se desarrollan a lo largo de la pubertad. El crecimiento de los senos suele ralentizarse en torno a los 17 o 18 años. Y a medida que se acerca la menopausia, los cambios hormonales repercuten en el tamaño y la forma de los senos. A medida que disminuyen los niveles de estrógeno, el tejido conjuntivo de los senos se deshidrata y pierde su elasticidad. Además, el tejido mamario, que normalmente se prepara para producir leche, deja de hacerlo y empieza a encogerse. Como resultado, el volumen de los senos disminuye.